Está comprobado que dormir unos pocos minutos después de comer aporta numerosos beneficios para la salud, pero, según un reciente estudio, las siestas excesivamente están totalmente contraindicadas. El límite está en 40 minutos. Las personas que tiene la costumbre de dormir más tiene un riesgo considerablemente mayor ( de hasta el 50%) de sufrir síndrome metabólico, un conjunto de transtornos como hipertensión, niveles altos de colesterol, díabetes, sobrepeso, etc., que predisponen a sufrir dolencias cardiovasculares. Cuando la siesta es superior a una hora, el riesgo puede llegar hasta el 82%.
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